Ser el último o el primero es relativo como en este caso donde llega un momento en que eres el primero (mérito: esperar el tiempo necesario). Además, os diré que me benefició porque cuando yo llegué acababan de empezar la pieza de jamón para la primera persona que estaban atendiendo (de seis) y me lleve mejores lonchas que el primero,y el resto (otras dos personas pidieron jamón), cuando me toco a mi (otras dos personas pidieron jamón).
El último se asocia con la perdida, lo malo, el fracaso, lo peor, que no tiene valor y sin embargo con frecuencia la realidad nos enseña que no siempre es así. Aunque vivimos en una cultura altamente competitiva, y donde aparentemente sólo se premia al primero, tenemos muchos ejemplos donde lo último es bueno, positivo y, sí, tiene valor:
- coger el último vuelo cuando quieres regresar en el día a tu hogar.
- dar el último abrazo para demostrar tu aprecio al marcharte de una reunión con amigos.
- despedirte hasta del último compañero cuando te vas de una empresa.
- tomar la última bebida después de disfrutar de una buena cena.
- felicitar el último día del año.
- ser el último amor de la persona que siempre has querido.
- dar el último beso antes de dormirte.
Además, quién quiere ser el primero en enfermar, sufrir, perder, fracasar,...,morir.
Esta es la última línea que escribo ¿última?
No hay comentarios:
Publicar un comentario