Vete de dónde los héroes son señalados como traidores

domingo, 29 de enero de 2017

Manos para vivir

"A estas alturas de mi vida no quiero cambiar" es lo que me respondió un amigo mayor, estaba punto de cumplir 60 años, cuando le pregunté porque había saludado, según íbamos a comer a nuestro restaurante preferido, a un falso amigo. Falso amigo porque le echamos una mano en una mala época, que éste ya superó y primero dejó de venir a las comidas mensuales para, después, dejar de llamarnos. Y, finalmente, su amistad se quedó en nada sin saber por qué.


Lo cierto es que no entendemos por qué se desvanecen ciertas amistades. Si son falsas, bienvenido el distanciamiento y que desaparezcan de tu vida. Sin embargo, hay otras que no lo han sido. Y, tal vez, llegue un día nostálgico en que, por aquellos por los que hemos tenido un afecto personal, nos acordemos de ellos. A mí, me gusta pensar que volveré a verlos. Me gusta creer que nuestros caminos volverán a coincidir nuevamente. 


La conversación con mi amigo mayor durante la sobremesa, al que no le hacía ninguna gracia ni cumplir 60 años ni los amigos falsos, y aunque le argumentaba que hay que pagar con su mismo comportamiento a la gente que trata mal a quien le ha echado una mano y estaba de acuerdo y que podía cambiar pero que no quería, me dejó el poso para este artículo: "Todos necesitamos de manos para vivir".



martes, 27 de diciembre de 2016

50 semanas y media

 Estos días navideños son propicios (en algunas familias, con compañeros de estudio, de trabajo y amigos), para las buenas intenciones, los buenos deseos y, a veces, hasta buenas acciones. Sin embargo, ¿dónde quedan el resto de las 50 semanas y media restantes?.


Cuando pasen estas fechas, probablemente, pensemos: "y ahora, ¿qué?", y las próximas 50 semanas y media, los 350 días y las más de 5.000 horas, ¿qué?. No hay un método mágico, ni una respuesta única. 

Quizás hay que dejar el pasado como está y tomar conciencia del presente y del futuro. Tomar conciencia de las próximas 50 semanas y media, los próximos 350 días y, sobre todo, las próximas horas. Porque el tiempo es nuestra mayor riqueza, nuestro mayor patrimonio. Prueba de ello es que algunas personas, en la vejez, es cuando se dan cuenta de que "se lo han perdido todo".

Y todo puede ser: aprender a creer en ti, amar a tu pareja, ver crecer a tus hijos, ayudar a tus padres, apoyar a tu amigo, no trabajar en lo que te "quema", esa llamada que no haces, un abrazo, un beso que no diste,..., no darte cuenta de lo que vale la pena.


50 semanas y media. Y recuerda todos los motivos por los que, todavía, vale la pena luchar.

martes, 29 de noviembre de 2016

No es país para estúpidos

El poeta en el que me he inspirado para el título tiene escrito en el poema “Pues los hombres mejoran con los años": ¿Es ese mi sueño, o la verdad?.


Aunque estamos rodeados de estúpidos, o sinvergüenzas,  o caraduras, o 'quedabienes'. Es complicado encontrar la palabra adecuada para denominar a las malas personas. Malas personas porque viven para engañar y odiar y putear y destruir. Llamarles estúpidos, me parece que no les hace justicia ni falta que les hace porque seguirán yendo a lo suyo y, ni lo dudes, se sienten bien haciéndolo.

Además, lamentablemente, en estos últimos años ha habido una pérdida de valores y de comportamientos honestos tan grande que ha supuesto, en muchos casos y para una generación o dos, un lío emocional enorme.

Y así estamos, cada día con más sinvergüenzas y golfos porque las cosas no son fáciles. Y encima les reímos, muchas veces, las 'gracias' cuando se aprovechan de los demás. Evidentemente siempre han existido, existen y existirán. Y negarlo sí que sería estúpido, como creer que cambiarán.

Piensa y actúa: cuando aparezca alguien que es mala persona, tú muéstrate amable, házte el tonto y sobre todo trátalo con absoluta cortesía. Y sonríe, siempre sonríe. Afortunadamente, aprendes a vivir con esta mala gente.


Sin embargo, todos conocemos a mujeres y hombres buenos capaces de lo mejor, pero que no hablamos de ellos ni reconocemos lo que hacen, de gran valor. Excelentes personas: honestas, generosas, solidarias, valientes. Buena gente que da la cara por ti y hasta se la parten por ti.

Desde aquí, quiero reivindicar muchas historias de mujeres y hombres buenos. Y animaros a que se sepan sus historias. Y si eres uno de ellos, cuéntalo. Sobre todo, hay que respaldarlos y aprender de ellos para lograr ser buena gente. Es una batalla ganada, la verdad.