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jueves, 27 de noviembre de 2008

Como una recien nacida

Antes de ayer nació una presiosa niña y hemos ido a verla al hospital justo antes de que cumpliese su primer día. Estaban sus padres y se hablo de si se parece a ella en esto y a él en lo otro, si es tranquila y duerme de un tirón o llora porque demanda alimento, el calor de la madre o es muy activa. Pero lo más destacable es la excelente 'acogida' que ha tenido el bebe por parte del entorno (padres, abuelos, familiares, amigos, conocidos y otros), algo normal como con la mayoría de recien nacidos.
En otra situación bien distinta en los hechos pero de recien nacida ante un nuevo entorno tengo la incorporación, a una nueva empresa, de una competente profesional en su campo como responsable de un departamento y su 'acogida' ha sido como la de un paracaidista que cae en territorio enemigo y tiene que ganarse la supervivencia y además cumplir la misión.
Me consta que muchas empresas no tienen un plan de acogida y en general uno tiene que aclimatarse y adaptarse por su cuenta. ¡Ya claro y que tiene que ver con los bebes! Pues sí, ¿por qué un modelo que tenemos en nuestra experiencia vital (propia o ajena), y tan natural, no lo aplicamos con toda nueva persona que se incorpora a la organización?

El proceso es tan sencillo y eficaz como:
1.- Desear su llegada e informar al entorno de la buena nueva.
2.- Preparar todo lo necesario para los primeros meses y comprometer al entorno.
3.- De quién reporta (madre) y el responsable de personas (padre) son los que deben responsabilizarse siempre de su crecimiento y desarrollo.
4.- Es deseable que algún familiar se convierta en mentor (algún abuelo, tío,...).
El bebe se desarrollará mucho mejor así que en un entorno sin preparar, desestructurado y sin afecto.
Cocretando, tenemos a nuestro alrededor un modelo de actitud y emoción como el nacimiento de un bebe extrapolable y ejemplar para copiar su proceso básico a la incorporación de una nueva persona a nuestras organizaciones. Ahora bien, como con el niño, no puedo aseguraros al 100%que luego no se vuelva un 'cabroncete' pero esa es otra historia que os podría contar bien algún profesor.

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