¿Disfrutas del placer de comer lentamente tu plato preferido? ¿no se saborea más y se implican más los sentidos? ¿recuerdas tu última comida con tiempo para disfrutar de los sabores?
Lo que hayas contestado te dará una idea de cómo estás viviendo.
Lo que yo veo día a día es que cada vez hacemos las cosas más rápido y estamos perdiendo la sensación de vivir. No dedicamos tiempo a lo que realmente importa. Y no me refiero a dedicar mucho tiempo sino el mejor tiempo a: nuestra pareja, nuestro hijo, nuestra familia, nuestros amigos,...Por ejemplo, en una comida con familiares, aunque estemos sólo una hora, porque nos tenemos que ir antes, que ésta sea al 100% y sobre todo atender a los detalles como: reconocer el interés por juntarnos, el deseo de sentirnos bien con ellos y de compartir nuestro tiempo.
Tanto a nivel personal como profesional vamos como 'correcaminos' creyendo que llegamos antes ( a la gente, a los sitios, a los objetivos, etc), puede que alguna vez sea así, sin embargo ¿conoces el valor de este tiempo? ¿eres consciente del valor de cada día? ¿dedicas tiempo a coger los momentos intangibles de tu vida?
Ahora mismo, tú que me lees, en este momento 'intangible', estás dedicandome un tiempo que yo valoro porque es único ¡como tú! Además, deseo que saborees esta reflexión como yo al escribirla.
Recuerda, es posible adaptarse a los cambios, reponerse ante situaciones difíciles y generar oportunidades porque ¡tu decides! cómo saborear el tiempo.
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