Vete de dónde los héroes son señalados como traidores

miércoles, 4 de marzo de 2009

Pequeños detalles, mejores relaciones

El otro día me comentaba un amigo más bien culto, padre de un niño, que se sorprende cuando los padres de esta época se quejan de los educadores del colegio (como responsables únicos) cuando los hijos tienen actitudes reprochables, valores negativos y comportamientos agresivos. No está de acuerdo porque cree, y lo practica, que el primer educador está en la familia y concretamente en los padres. Además, se remite a padres de otras épocas que inculcaban a sus hijos ser 'hombres de bien' y algunos sin el nivel educativo y cultural de los padres de hoy en día.

Tampoco está de acuerdo en que la falta de entendimiento con los hijos sea de éstos. Piensa que son los padres quienes tienen que comunicarse bien, aunque es cierto que los hijos pueden no prestar la suficiente atención, captando y ganándose la atención de los mismos. Como bien dice mi amigo, en su trabajo, depende a quién habla y en qué circunstancias así se comunica. No es lo mismo para solucionar un problema de un cliente que lleva diez días esperando, que convencer a otro de que sus servicios son adecuados a sus necesidades o, simplemente, para motivar a sus colaboradores y obtener más beneficios para todos. Lo mismo debe ser con los hijos: "hay diferencias en esto de educar"

Una persona puede ser muy inteligente, buena y conocer muy bien a sus hijos, pero si carece de la "actitud de educar", del adecuado conocimiento de las relaciones con los mismos y de la responsabilidad de hacerlos personas de bien, lo más probable es que acaben mal criados y siendo cada día peores. Y así me lo transmiten muchos profesionales de la enseñanza que se encuentran con dichos niños y adolescentes día a día.

Sin haberlo pensado en absoluto me encuentro que esta conversación quizá la podamos aprovechar para ver que tenemos un importante problema en relacionarnos con los demás y es trasladable a cualquier ámbito, no sólo con los hijos: pareja, familia, amigos, jefe, compañeros...

Y quiero resaltar dos capacidades que son fundamentales para relacionarnos mejor, partiendo siempre de una 'buena actitud':

1.- Capacidad de ANALIZAR las relaciones para mejorarlas.
2.- Capacidad de COMUNICAR a diferentes niveles con el fin de ser eficaces.

Alguien dijo que: "Los gestos cotidianos tiene un potencial inmenso"

Te propongo tener un pequeño 'buen' detalle (ver junto a tu hijo fotos de tu infancia, pasear con tu pareja por un lugar significativo para ti, enseñar a tus padres a mandar sms con el móvil, llamar al amigo que hace que no hablas con él y mejor si quedas,...), y no solo a ti sino también a tu entorno: amigos, familiares y vecinos.

Vamos a relacionarnos mejor:

pequeños detalles x personas del entorno= mejores relaciones

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