A beber agua fresca

No nos engañemos, actualmente vivimos una situación alarmante. Alarmante porque los cambios están siendo bruscos y continuos. Cambios sociales y cambios a nivel individual.

Lamentablemente batimos récords en paro juvenil, hay mayor exposición a la exclusión social- prueba de ello es que hay mucha gente pidiendo dinero por las calles, con los esqueletos de carritos de niños recogiendo chatarra, buscando en los contenedores de basura- y nos estamos dejando llevar por las dudas, la angustia y el miedo. Nos estamos dejando llevar por quienes lo han causado, algunos banqueros, empresarios y políticos.

En la actualidad, esta situación es un peligroso 'caldo de cultivo' para la intolerancia, el odio, el rechazo, la insolidaridad. En definitiva una situación que tiene un efecto negativo en el estado de ánimo de la gente. Y a ellos, a los causantes, les interesa. Les interesa potenciar el lado más oscuro del ser humano. Y, sobre todo, buscan que nos enfrentemos entre quienes lo estamos pagando y sufriendo como tu.

Pero todo tiene otro enfoque, un enfoque positivo. Que se manifiesta, a nivel individual, a través de personas integras, implicadas, generosas y con una mentalidad abierta. De los que, "si hay vino, beben vino. Y si no hay vino, agua fresca".

Debe haber un cambio social y económico positivo. Y que debe ser liderado por personas con talento y con respeto por la diversidad. Personas capaces de unir en lugar de enfrentar. Y, si falta el 'agua fresca', personas con valor para ir a por el 'liquido' que tienen algunos bien escondido.

No vale intentar, hay que actuar. Ahora toca ¡beber agua fresca!