Un buen amigo, con el que he quedado hoy y he conversado de diversos temas, me ha recordado cuando trabajábamos juntos. No fueron momentos buenos aunque la adversidad nos unió más y, prueba de ello, es que nuestra relación se ha transformado en una enriquecedora amistad.
Pero vamos al fondo de las cosas. Hoy he recordado una frase que viene muy bien para lo que quiero transmitir:
"Cuando reflexionemos sobre nuestro siglo no nos parecerá que lo más grave sean las fechorías de los malvados sino el escandaloso silencio de las buenas personas"
El problema no era la empresa, sino que las personas no hacían bien las cosas. Pasaron muchos directivos que gestionaron mal una buena organización. Y hoy, es una mala organización dirigida por un buen profesional, recién llegado, pero que lo tiene mucho más difícil.
Difícil porque muchas de las personas que quedan siguen a disgusto y lo peor es que en su día...silenciaron lo que los distintos jefes hacían y, ahora, lo han sufrido ellos.
En muchas ocasiones de la vida prefieres mirar para otro lado creyendo que de esa forma nada te va a pasar, que no te tocará a tí, y sin embargo te aseguro que pasa. Porque lleva pasando desde hace muchos siglos y muchas generaciones y sigues sin aprender. Y ésto sí es un fracaso, cuando no aprendes de los errores, cuando te abandonas y cuando no rompes tu silencio.
Espero que ésta y otras 'reflexiones' te sirvan, a tí y a otros, para romper el silencio. Algo tan natural como romper a llorar o como romper a reír. Creo que vale la pena porque son fruto de 'sentimientos' que llegan al corazón como el autor de la frase, Martin Luther King (premio nobel de la Paz en 1964) una persona inspiradora, motivadora e inteligente.
Pero vamos al fondo de las cosas. Hoy he recordado una frase que viene muy bien para lo que quiero transmitir:
"Cuando reflexionemos sobre nuestro siglo no nos parecerá que lo más grave sean las fechorías de los malvados sino el escandaloso silencio de las buenas personas"
El problema no era la empresa, sino que las personas no hacían bien las cosas. Pasaron muchos directivos que gestionaron mal una buena organización. Y hoy, es una mala organización dirigida por un buen profesional, recién llegado, pero que lo tiene mucho más difícil.
Difícil porque muchas de las personas que quedan siguen a disgusto y lo peor es que en su día...silenciaron lo que los distintos jefes hacían y, ahora, lo han sufrido ellos.
En muchas ocasiones de la vida prefieres mirar para otro lado creyendo que de esa forma nada te va a pasar, que no te tocará a tí, y sin embargo te aseguro que pasa. Porque lleva pasando desde hace muchos siglos y muchas generaciones y sigues sin aprender. Y ésto sí es un fracaso, cuando no aprendes de los errores, cuando te abandonas y cuando no rompes tu silencio.
Espero que ésta y otras 'reflexiones' te sirvan, a tí y a otros, para romper el silencio. Algo tan natural como romper a llorar o como romper a reír. Creo que vale la pena porque son fruto de 'sentimientos' que llegan al corazón como el autor de la frase, Martin Luther King (premio nobel de la Paz en 1964) una persona inspiradora, motivadora e inteligente.
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