Nunca ha habido más gente relacionándose a través de internet porque jamás ha habido tantas soledades.
Soledades aisladas,
con inseguridad,
culpables por no querer,
o por querer no saber,
sin afectos,
o con afectos sin encontrar,...
Aislados en su cuarto sin buscarlo, ofreciendo cariño sin encontrar a quién, buscando compañía a distancia, buscando entablar una relación virtual,...
Relaciones a distancia, afectos virtuales, compañía lejana. ¿Y el día a día?
El día está lleno de silencios no buscados; de palabras frias, antipáticas, egoístas y sucias; de personas que no han aprendido a creer en sí mismas, débiles, mezquinas y soberbias.
Pero aún así ¡no te aisles! Desde que te levantas por la mañana tienes que contar con ello sin embargo aprende a buscar a quién te sonria porque está ahí. Y sobre todo como dice una buena 'refrescante' el amor es un estado que está en tí. Y es fuerza pura, energía vital, para seguir adelante.
Los mundos virtuales son un complemento y, con mediada, buenos siempre que cultives las relaciones reales, cara a cara.
Porque el silencio buscado, la soledad reparadora, una mirada, una caricia, un beso. No hay palabras ni silencios no buscados que los superen.
¿Quieres aprender a encontrarlos? ¡Adelante!
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