Desmárcate

Me desmarco porque me niego a ser una marca.


Tu puedes ser, lo que quieras ser. 'Marcarte' por tu profesión, por tu nombre, por tu físico, por tu lugar de nacimiento, por tu economía o por todo (@maría, @josé, @médico, @peón, @maestro, @aprendiz,...).

Siguiendo el 'juego' del concepto de marca para las personas parece como si ser una persona real fuese un producto, algo intangible, invisible y que necesitase de características humanas cuando ya las tenemos desde que nacemos.
Concretamente es a los productos, y a las empresas mismas de éstos, a los que se asocia una marca precisamente para dotarla de 'personalidad', a la que se trata de humanizar, para acercarlas a los clientes porque, muchas veces, tienen servicios intangibles y es necesario aplicar atributos para que la identifiquen las personas, 'humanizarlas'. Prueba de ello es el reciente anuncio de una conocida marca de móviles: " Sí, soy un ..." donde lo que se pretende no es destacar un atributo funcional sino un rasgo humano y además, como si hablase el propio móvil.

Recuerda que las personas tenemos personalidad y no necesitamos una marca para diferenciarnos porque ya somos únicos e irrepetibles ¿o conoces a dos como tú? Es como cuando quieres enamorar a alguien lo mejor es ser natural y confiar en ti ¡seguro que aciertas!
Ahora bien, si crees que la mejor manera de conquistar a esa persona que deseas es con el marketing ¡adelante! Sin embargo no quedes huerfano de humanidad.

Una persona como marca, como una 'marca blanca' , que sea necesario personalizar me parece excesivo. Excesivo porque es innato ser diferente y tener valor por uno mismo.
Yo tengo muy claro lo que somos: emociones, sentimientos, pensamientos, reflexiones, acciones, capaces de amar y capaces de odiar, de lo bueno y de lo peor, capaces de llegar a los demás y de no llegar,...

Ser una marca ¿por qué? ¡Desmárcate!