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viernes, 28 de febrero de 2014

El comportamiento, talento relacional

El talento relacional del ser humano se mide por el grado de exquisitez en el comportamiento, la cortesía.

Hoy en día se habla del talento de las personas porque es importante. Es importante para ganar la batalla a la mediocridad que abunda en muchos entornos. Se habla de él men las empresas, escuelas, deporte,...Y va asociado generalmente a la consecución de mejores resultados. Es el talento referido a capacidades (aptitud), compromiso (actitud) y acción. Es decir, lo que sabes, quieres y haces. Y todo ello en el entorno adecuado.

Afortunadamente, cada vez se habla más de él, y es muy bueno pero tiene que ir a más. Sin embargo, no es suficiente, se debe vivir de acuerdo con ello. Porque es fácil hablar del talento pero hay que vivirlo. Y aquí, en vivirlo, es donde encuentro que algunas personas del mundo académico, los recursos humanos y el ámbito de los profesionales, que son la punta de lanza para seguir avanzando, dedicados a entrenar a directivos y empleados no tiene talento relacional. No me refiero a que no se relacionan, porque muchos son excelentes profesionales, sino a que es una relación instrumental, es decir, no son los valores intrínsecos de las personas los que cuentan y no hay complicidad. Y es sorprendente como algunos fuera de este ámbito, en su propia vida personal y/o en su organización, tienen escaso talento relacional. Olvidan que lo que cuenta es la persona y sin ella el cambio no es posible.

Olvidan que somos seres sociales y por tanto el talento social es la base para poder desarrollar el resto. Y, ¿dónde está el talento? En las personas. Estoy seguro que si mejoramos nuestras relaciones (talento relacional) mejoraremos nuestros conocimientos y experiencias (talentos). Todos tenemos talentos en función de nuestras experiencias y todos podemos mejorar nuestras relaciones con los demás. Por ello es necesario, olvidarnos de la forma tradicional de relacionarnos, el egoísmo. Y basar nuestro presente, y futuro, en la capacidad de relacionarnos que tenemos las personas y relacionarnos de forma generosa.

Piensa y, si lo sientes así,... ¡a por ello!